La erisipela, conocida también como “el fuego de San Antonio”; es un proceso infeccioso, bacteriano que se da mayormente en las extremidades inferiores y puede traspasar la barrera protectora de la piel. Las bacterias, que suelen causar esta infección son los estreptococos tipo A, que puede ser invasiva y; suele confundirse con otras afecciones como la celulitis o una dermatitis por contacto. Generalmente, la erisipela, se extiende a nivel de la epidermis (capa superficial) y se extiende con bordes bien definidos. La población más propensa a este tipo de infección son los niños y ancianos, personas con el sistema inmune disminuido. El tratamiento para combatir estreptococos tipo A, tiende a abordarse con el uso de antibióticos, tales como penicilinas o eritromicina.
Tabla de contenidos
Erisipela, características, síntomas y tratamiento
Características y síntomas de la erisipela
La erisipela tiende a iniciarse a nivel de las piernas o en la cara; mostrándose con una piel inflamada y con la coloración enrojecida; con un borde bien definido que puede apreciarse con un efecto tipo ampollas.
Otra característica de esta lesión en la piel, es su temperatura; manteniéndose la zona caliente; también, es probable la aparición de ulceraciones en la cara y parte de la nariz.
Estas infecciones agudas por estreptococos tipo A, son invasivas; si llegan a traspasar la capa protectora de la piel infectada; por ejemplo, si hubiese llagas u otras heridas que facilite el paso de la bacteria hacia los tejidos.
Pueden aparecer otros síntomas, además del enrojecimiento, hinchazón y la piel caliente; entre ellos: fiebre con escalofríos, antes de iniciar el brote o enrojecimiento cutáneo y; agotamiento o cansancio, con malestar general.
Tratamiento
Aunque pareciese evidente, con todo el cuadro de síntomas señalados detectar rápidamente una erisipela; siempre es recomendable acudir al médico o dermatólogo; que certifique el tipo de infección cutánea e indique el tratamiento adecuado para la infección.
Para los casos de erisipela, lo usual es tratar la infección con antibióticos orales que actúen los estreptococos y los estafilococos. Los más recomendados para estos casos, son las penicilinas y sus derivados (cefalaxina; amoxicilina; entre otros); si hubiese algún tipo de alergia o contraindicación; usar eritromicina.
En casos graves de erisipela, que incluyan llagas o heridas; la opción más acertada es el tratamiento con antibióticos por vía endovenosa.
La recomendación, es cumplir con el tratamiento de antibióticos, tal como sea prescrito por su médico; para evitar reinfección y por ende, mayor riesgo de complicaciones.